Clasificación de procesos participativos: hibridación e innovación
La participación ciudadana adopta múltiples formas, y comprender cómo se estructuran es clave para diseñar procesos más efectivos e inclusivos. Basándonos en la obra de Elstub y Escobar (2019),la mejor referencia hasta la fecha para la clasificación de procesos participativos: hibridación e innovación, presentamos un esquema que permite analizarlos y sofisticarlos.
Esta clasificación establece una base sólida sobre la que se pueden construir e innovar nuevas formas de participación.
La clasificación se organiza en cuatro ejes, que avanzan desde niveles de menor a mayor impacto en la toma de decisiones:
1. Influencia o poder en la toma de decisiones
– Consulta: La ciudadanía expresa sus opiniones, pero la decisión final recae en las autoridades (ej. encuestas, foros).
– Cogobernanza: Hay una mayor interacción entre ciudadanía y gobierno, compartiendo espacios de toma de decisiones (ej. consejos de participación).
– Autoridad directa: La ciudadanía tiene poder vinculante en la decisión final (ej. referendos, presupuestos participativos).
2. Modos de toma de decisiones
– Decisión: La autoridad simplemente decide después de escuchar.
– Agregación de preferencias: Se recopilan opiniones sin que haya deliberación real (ej. votaciones, encuestas).
– Negociación: Se buscan consensos a partir de la confrontación de intereses.
– Deliberación: Se construye conocimiento compartido antes de tomar una decisión (ej. asambleas deliberativas).
3. Modos de participación
– Observar: Presencia pasiva en el proceso (ej. transmisiones en vivo de debates).
– Escuchar: Se recibe información, pero sin posibilidad de interactuar (ej. audiencias públicas).
– Votar: Participación mediante la emisión de un voto (ej. elecciones, referendos).
– Expresión discursiva: Participación activa a través de la argumentación y deliberación (ej. asambleas ciudadanas).
4. Modos de selección de participantes
– Propuesta de selección: Participantes designadas/os por una autoridad.
– Elección: Participantes seleccionadas/os mediante votación.
– Sorteo: Selección aleatoria para garantizar diversidad.
– Autoselección: Participación abierta a cualquiera que quiera sumarse.
Siguiendo estos ejes, podemos clasificar distintos mecanismos de participación:
– Consultas públicas: Permiten que la ciudadanía dé su opinión sobre un tema específico sin que esta sea vinculante. Se sitúan en la consulta (baja influencia), agregación de preferencias, modos de participación como escuchar o votar, y selección por autoselección.
– Asambleas ciudadanas: Espacios de deliberación conjunta entre la comunidad y representantes institucionales. Se sitúan en la cogobernanza (o incluso autoridad directa en algunos casos), con deliberación, expresión discursiva y selección por autoselección o sorteo.
– Consejos de participación ciudadana: Órganos dentro de instituciones gubernamentales donde la ciudadanía toma parte en la toma de decisiones. Se ubican en la cogobernanza, con toma de decisiones basada en negociación o deliberación, participación discursiva y selección por propuesta o elección.
– Plataformas digitales de participación: Espacios virtuales donde se pueden proponer ideas, votar o debatir sobre políticas públicas. Se sitúan en consulta o cogobernanza, con agregación de preferencias, votación o expresión discursiva, y autoselección.
– Referendos y plebiscitos: Consultas vinculantes donde la ciudadanía vota sobre una política o reforma específica. Se ubican en autoridad directa, agregación de preferencias, votación y selección mediante elección.
– Votación electrónica: Forma digital de votación en procesos electorales o consultas públicas. Se sitúa en consulta o autoridad directa (según si la votación es vinculante), con agregación de preferencias, votación y selección por elección o autoselección.
– Encuestas y sondeos de opinión: Herramientas para recoger información sobre las preferencias de la ciudadanía. Se sitúan en consulta, agregación de preferencias, con participación en forma de escucha o votación, y selección por autoselección o muestra representativa.
– Presupuestos participativos: Procesos donde la ciudadanía decide sobre una parte del presupuesto público. Se ubican en autoridad directa, con agregación de preferencias o deliberación, participación discursiva o votación, y selección por autoselección.
– Minipúblicos: Grupos pequeños de ciudadanas/os seleccionadas/os por sorteo para deliberar sobre un tema concreto y emitir recomendaciones. Se sitúan en cogobernanza (con posibilidad de autoridad directa), con deliberación, participación discursiva y selección por sorteo.
– Gobernanza colaborativa: Modelos donde ciudadanos/as, gobierno y actores privados toman decisiones conjuntamente. Se sitúan en cogobernanza o autoridad directa, con negociación o deliberación, participación discursiva y selección por elección, sorteo o autoselección.
Este marco de clasificación permite no solo entender cómo funcionan los distintos procesos participativos, sino también diseñarlos de forma más estratégica, asegurando que sean más efectivos, inclusivos y ajustados a las necesidades del contexto.
Clasificación de procesos participativos: innovación e hibridación
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- Publicado el 11/03/2025