La fotografía industrial más fotogénica
Artículo publicado en El Ojo en la Red · Un blog sobre comunicación empresarial de Vinaixa Comunicación y Diseño.
José María Gutiérrez Robredo de Pool de Comunicación nos aporta varias claves sobre fotografía industrial y la importancia que las empresas deberían darle, como parte integrante de su imagen.
Cuando hablamos de fotografía industrial lo primero que nos viene a la mente son determinados espacios o procesos industriales presentados de una forma visualmente atractiva. El problema es que con frecuencia, las instalaciones industriales no parecen ser muy fotogénicas.
La limpieza lo primero
Cuando acudes a la llamada de una empresa para fotografiar sus instalaciones lo primero que piensas es que tras esa petición existe ya una concienciación de lo que se quiere mostrar. Pero no siempre es así. La primera impresión es la que cuenta. Y ahí es donde nos damos de cara con la cruda realidad. Cartones por aquí, trozos de madera por allá, cúmulos de remanentes procedentes de una labor industrial en una esquina, y más. Empieza la labor de dejar por un lado la profesión de fotógrafo y ejercer de jefe de taller. “Esconder” todo aquello que resulta tan desagradable de ver cuando estás en la labor de postproducción.
Encuadrar lo que queremos ver
Sin embargo, no siempre es posible eliminar todo aquello que “afea” la toma y hay una clave para conseguirlo. Jugar con el encuadre, que nos permitirá seleccionar lo que queremos enseñar y eliminar lo que no queremos que se vea. Además, también decidimos qué elementos aparecen en contexto con otros.
Iluminar y aprovechar la luz
Otro elemento clave después del encuadre es la iluminación. Al contrario que en la fotografía de Interiores, en la fotografía industrial no es habitual utilizar luz de relleno debido a las grandes dimensiones de los espacios a retratar (naves industriales, fábricas, etc.) que requerirían miles de vatios de potencia y numerosos flashes para poder iluminarlo adecuadamente. Por ello se suele utilizar la luz ambiente, al menos para los encuadres amplios. Y en este punto, el entorno suele jugar a favor del fotógrafo profesional ya que muchas instalaciones industriales tienen amplias zonas del techo translúcidas (para aprovechar la luz natural) que producen una maravillosa iluminación difusa, excelente para fotografiar el interior de las mismas.
Ahora bien. También existen esos pabellones industriales con techos bajos y luces tenues que provocan unas sombras terriblemente espantosas. En este caso la solución no es fácil. O bien se utilizan planos más cortos -incluso con luz de relleno- o se intenta compensar en parte el desequilibrio en la fase de postproducción.
Captar la esencia
En cualquier caso, es el fotógrafo el que tiene que tomar las decisiones adecuadas en cada situación para conseguir resultados óptimos y cumplir el objetivo principal: captar el espacio o proceso industrial de una forma atractiva. Construir imagen de empresa, fortalecer la reputación corporativa o conseguir notoriedad son las tareas que nos ha encomendado el cliente. Y para ello hay que cuidar multitud de elementos que transmiten los valores de cada compañía.
Por eso, cuando se trata de captar la esencia técnica de los materiales, maquinarias, instalaciones industriales, productos finales o las personas que son el alma de una empresa. Un experto en fotografía industrial puede resultar muy útil para cualquiera de los proyectos de comunicación.
No hay alternativa. Es imposible construir una imagen de marca con fotografías que no respondan a un planteamiento previo y realizadas con la máxima profesionalidad.
Fotografía del artículo: “Chispas” de José María Gutiérrez Robredo.
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- Publicado el 01/03/2016